domingo, 7 de febrero de 2021

DIALOGOS DE ALTURA II


 DIALOGOS DE ALTURA II

Rafo :

¿Cómo me dijiste que te llamas?

Luz Clara:

Luz Clara

Rafo :

Y seguro te dicen Luz Clarita

Luz Clara:

(sonrisa tímida y temerosa) ¿y cómo supiste?

Rafo :

Soy adivino. ¿En qué colegio estudias?

Luz Clara:

adivina…

Rafo :

Stella Maris

Luz Clara:

oohhhhh

Rafo :

Entonces tú debes conocer a Nadia.

Luz Clara:

Si, Su mamá es amiga de mi mamá

Rafo :

Ayer, todos los del Stella Maris se fueron de paseo, ¿adónde fueron?

Luz Clara:

a Chosica

Rafo :

¿Y te gusto Chosica?

Luz Clara:

Sí, es muy bonito

Rafo :

¿mucho más bonito que Corona?

Luz Clara: (con sonrisa tímida, temerosa y triturándome por momento las manos) Si.

Rafo :

Relaja, respira normal, eso. Ahora, paso, paso, eso. Cuéntame que hace que Chosica sea más bonito.

Luz Clara:

Hay juegos … césped … piscina… también hay rio y sol.

Rafo :

Que rico, porque no te robaste el sol de Chosica para Corona.

Luz Clara:

(se queda silencio, pensativa y repentinamente) No se puede!

Rafo :

¿y te gustaría vivir en Chosica?

Luz Clara:

No

Rafo :

¿No?, pero si me acabas de decir que Chosica es más bonito. ¿Por qué no te irías de Corona, que tiene este lugar que no tiene Chosica?

Luz Clara:

Los cerros

Rafo :

Pero, en Chosica también hay muchos cerros

Luz Clara:

Pero en este cerro están mis amigos, mi papá, mi mamá y mi hermanita. ¿Has ido para allá? (señalando lo más alto en Corona), de ahí se puede ver todo… cuando no hay neblina

Rafo :

¿Desde cuándo vives aquí?

Luz Clara:

Desde chiquita.

*Luz Clara tiene 9 años, vive en Corona casi esa cantidad de tiempo, hoy ha caminado en zancos cogida de mis manos… pronto, caminara sola.

Octubre – 2013 / Corona de Santa Rosa

DIALOGOS DE ALTURA I

DIÁLOGOS DE ALTURA I:

Álvaro:

Huy Rafo, ahora soy más grande, te pase, ya soy adulto.

Rafo :

Así es, ahora eres más grande. Y ahora que eres adulto ¿qué se siente?

Álvaro:

Se siente muyyyyyy bien… uyy casi me caigo.

Rafo :

¿Y qué vas a hacer ahora que eres adulto?

Álvaro:

Voy a trabajar, comprarme un carro, voy a construir una casa de cuatro pisos.

Rafo :

Guau! ¿Y te vas a casar?

Álvaro:

¡Claro!!! (me pide que me acerque, susurrando) y va a ser muy bonita.

Rafo :

¿y vas a tener hijos?

Álvaro:

Claro, varios.

Álvaro tiene 9 años, usa lentes, hoy pudo caminar en zancos en el accidentado terreno de Corona de Santa Rosa – VMT.

domingo, 3 de mayo de 2020

domingo, 13 de mayo de 2018

Una lámpara para no olvidar…


Una  lámpara para no olvidar…

Ingresamos a la casa de siempre, aquella donde crecimos, aquella donde aún puedo sentir el alma de aquel inmenso pino, guardián altivo de mis recuerdos. En el fondo de la gran sala, sentados alrededor de una sencilla mesa, mi madre y mi padre, flanqueados por mis hermanas y mi cuñado, se encuentran degustando un tardío, pero suculento almuerzo de domingo. Beso la cabeza de mi madre y extiendo y aprieto firmemente la mano de mi padre, nuestras miradas dibujan una amable sonrisa.

Descubro la botella de vino que le había prometido a mi hermana menor, retiro seis copas pequeñas de la vieja vitrina celeste, aquella que sigue albergando tantos enseres y desafiando de manera increíble el tiempo. Destapo el vino con la experticia que me dan los años, sirvo y bebemos. Mientras tanto una de mis hermanas coloca frente a mí, un plato cubierto de arroz, con grandes trozos de carne jugosa y papas amarillas. En la mesa, la ensalada, las yucas sancochadas y el ají esperan su turno.

Me levanto de la mesa, doy un gran sorbo de vino y coloco con firmeza la copa sobre la mesa, me dirijo a la cocina a lavarme las manos, la puerta que da al patio, así lo llaman ahora esta semiabierta,  puedo observar  un cúmulo de cosas transparentes que llaman mi atención, me acerco y descubro  varios costales atiborrados  con botellas recicladas,  en el suelo duro y húmedo, una gran cantidad de botellas esperan  su turno para ser trituradas, reducidas e introducidas en algún  saco de rafia colorida. Este paisaje me produce una gran sonrisa, observo todo y pienso en mi madre, solo ella puede seguir haciendo esto.

Oteando el ahora llamado patio, en antaño llamado corral, puedo reconocer trazos, suciedades en la vieja pared de ladrillos blancos, en una esquina, aquella donde interviene  la pared del fondo de la casa, entrecubiertas por una viejas maderas, unas formas curvilíneas, empolvadas y con sabor a olvido demandan mi total atención, me acerco a ellas, quienes en  formación perfecta, una tras otra descansan en sueño eterno.

Con la mayor delicadeza posible sujeto una de ellas, temo despertarla de su largo sueño, busco algo con qué limpiarla, encuentro un trozo sucio de tela, y siempre de manera delicada, empiezo a retirar el polvo, voy limpiando y frotando, frotando y limpiando y aquella lámpara enciende, si, enciende mis recuerdos, puedo ver y sentir como aquel suelo duro y húmedo se va secando y deshaciendo, dando paso a aquella arena virgen, pura, salvadora, indomable, traviesa, invasora. Todo se vuelve negro, oscuro en torno mío, me puedo ver sentado en la vieja mesa con mis trastes escolares, escribiendo en compañía única de la esbelta lampara. Con esfuerzo logro divisar las frágiles esteras recubiertas de bolsas de papel, o el endeble techo forrado con aquel plástico azul que, en invierno producto de las recurrentes garúas formaban unas alucinantes panzas de agua, las cuáles me divertían vaciar al día siguiente con tanta pericia sobre mi anaranjado balde.

La lampara se apaga y se enciende otra vez, una raída sábana de dos plazas en desuso sirve de portal entre la cocina y el corral. Lampara en mano camino por el inmenso corral, observando y constatando que mi querida Daysi se encuentra bien en compañía de sus pequeños críos, también están siempre despiertos, con los ojos rojizos, huidizos mis temerosos cuyes, Manuel el gallo del corral sigue descansando como siempre sobre una pata. Allí están todos, esperando que los recuerdos los encuentren.

La lampara se apaga una vez más, me quedo quieto en la oscuridad, no hay temor, lentamente muevo la perilla y la mecha infinita emerge blanca y brillante, se enciende, camino descalzo con dirección a la calle, abro la vieja puerta de madera, y allí está él, imponente, inmenso y tierno a pesar de los años. Todavía recuerdo el día que lo sembré, casi lo entierro, el hoyo que cave era más grande que él. Me siento frente a él, conversamos y lloro, y también rio, hacemos silencio, mientras tanto lilly, mi perra fiel de la infancia se acomoda entre ambos.

Una ventisca algo fría hace titilar la llama de la lampara, detengo mi caminar para evitar el centelleo de la luz, del fondo de la oscuridad percibo que alguien me habla, cada vez la siento más cerca, hasta que – ¿Qué haces loco sentado con esa cosa?, te estamos esperando para comer – Es mi hermana menor, sin decir nada, saco el celular de mi casaca y le tomo una foto al desvencijado lamparín, con delicadeza la sujeto y la vuelvo a colocar en el mismo lugar donde la encontré.

Después de una velada de abrazos y buenos deseos, es hora de partir, me llevo sonrisas, un delicioso almuerzo y una lampara que parece estar apagada… pero que sigue encendida a pesar de los años.

RAFAEL VIRHUEZ
Actor de Teatro

viernes, 23 de marzo de 2018

Una efigie de princesa


Una efigie de princesa

Era el más bello lugar. Ella conversaba y discutía con alguien, él esperaba y miraba la escena, a pesar del esfuerzo por reconocer y descubrir con quien lo hacía no pudo, la iluminación tenue de la luna discurría sobre la espalda de ella, dejando en la penumbra una silueta. En la penumbra de esa esquina él pudo vislumbrar con esfuerzo que la silueta la sujetaba, él se puso intranquilo, pero finalmente ella con un leve esfuerzo se separó y se alejó de la silueta, se acercó a él con una leve sonrisa, con cierto temor se fueron tomando de la mano, ellas se entrelazaban lentamente y cada vez con más fuerza y convicción de querer estar juntas, él miraba de reojo a la silueta que lentamente en la penumbra se deslizaba de manera desgarradora hasta quedar tendido, él pudo sentir ese dolor y sintió pena por la silueta. Ella, la princesa se acercó suavemente al oído de él y le dijo – eres mi príncipe- y él fue feliz.

En ese instante, delante de ellos se levantaba el arco de ingreso al pueblo, estaba adornada de unas efigies grandes y raras, fijadas firmemente al piso.  Estaban también las otras, efigies más pequeñas y de formas reconocibles que, increíblemente suspendidas giraban alrededor de las efigies monumentales.  Ella lo detuvo y pregunto - ¿estás seguro? y él asintió con un movimiento positivo de su testa, continuaron la marcha y sin detenerse, apretaron las manos, juntaron las mejillas y sus labios casi se rozaron.

Cruzando el arco de entrada al pueblo, él se detuvo sin soltarla, con la otra mano quiso tocar las efigies pequeñas que adornaban el portal y no las pudo tocar, sus manos las atravesaban y estas desaparecían y luego de un instante volvían a aparecer, así estuvo unos segundos, entre desconcertado y sorprendido haciendo lo mismo con las otras efigies. Reanudo la marcha con ella, pero una sensación de intranquilidad se apoderaba de él y lo hacía volver a mirar las efigies mientras avanzaba, esa intranquilidad ahora se trasladaba a todo el paisaje y pensaba - ¿y si todo este hermoso paisaje son como las efigies?, ¿Como saber que es verdad y que es ilusión?  - de repente ella lo detuvo y lo saco de sus cavilaciones, lo miro a los ojos con ternura y lo beso, con unos de esos besos que sabes y deseas que sean interminables, y se deshizo… desapareció.

El despertó tendido en la penumbra y una voz interior le susurraba, siembras libertad, brindas libertad, aunque te duela la carne y el alma, y lloro.

Rafael Virhuez Riveros
Actor
23 de marzo 2018

Nota: la imagen corresponde al paisajista francés  Jean  Marc Janiaczyk

lunes, 5 de febrero de 2018

Tu violas, El mata, Ellos maltratan, ¿Nosotros también matamos…?



Tú violas, El mata, Ellos maltratan,
¿Nosotros también matamos…?

Una vez más más la pena de muerte en el debate. Es alucinante la cantidad de disparates y barbaridades que aparecen en las redes como "argumentos" para proponer y pretender  instaurar la Pena de Muerte. En parte se entiende la actitud de un gran sector de la población. La  ansiedad, la desesperación, el miedo, la tristeza, indignación, la rabia, la impotencia entre otras emociones y sentimientos se  exacerban y tocan  su pico más alto  ante los sucesos horrendos y escalofriantes que han acontecido durante las últimas semanas, y que no hacen más que terminar  por visibilizar una  trágica realidad que no queremos ver y que este gobierno, así como los anteriores, han sido incapaces de  atender de manera eficaz y eficiente. Mientras tanto la legión de  niñas violadas y asesinadas vienen incrementando  las  estadísticas,  que nos  develan como un país  enfermo e incapaz de proteger  a sus críos, y por el contrario se los devora emulando al titán Cronos.

Pero en medio de esta histeria colectiva, debería ser nuestra clase dirigente quien se encargue de razonar y colocar las cosas en su real dimensión, en su justo medio, anteponiendo la razón, la inteligencia, deberían fluir propuestas y políticas públicas claras que enfrenten de manera integral y de  raíz esta problemática que no es nueva y afecta a nuestra población más vulnerable. 

Pero nuestra clase dirigente no da la talla, nuestro políticos no ven el problema, solo ven  una oportunidad para estar en la tribuna, para  desgañitarse con un ramplón y facilón discurso a favor de la pena de muerte,  posar para la foto con rostro adusto e iracundo, sumidos en una  competencia histriónica y  de esa forma  jurar que sintonizan con el sentir  popular. Y pensar que muchos de los políticos  y congresistas especialmente, que hoy despotrican contra los derechos humanos y  de manera furibunda demandan pena de muerte,  votaron en contra de Proyecto de Ley que evitaba beneficios penitenciarios a violadores. Es decir si a un violador lo sentenciaban a 30 años, pues cumplía los 30 años en prisión y punto, ningún beneficio. Estos congresistas o políticos han re-significado  la Ley del Talión, la cuál imponía un castigo que se identificaba con el crimen cometido, obteniéndose la reciprocidad, pero no, a ellos lo que menos les importa es la  justicia, lo que ellos quieren es reciprocidad y lo entienden así: votos y reelección por “apoyar tu causa” ciudadano de a pie.

RAFAEL VIRHUEZ R.
Gestor Cultural

sábado, 28 de octubre de 2017

“La Rebeldía como Pecado” - Plantones y vigilias sobre violencia de género

“La Rebeldía como Pecado”
Plantones y vigilias sobre violencia de género

Una mujer violada, ultrajada sexualmente durante el censo 2017 en nuestro distrito, gatilla, detona una respuesta indignada de la sociedad, un conjunto de vecinas y vecinos de nuestro distrito se auto-convocan para hacer sentir su rechazo, repudio e indignación y demandar  la más severa sanción al victimario.
Culminado el evento, lo que debería ser una oportunidad de unidad, de encuentro y articulación para emprender una lucha frontal frente a la violencia contra la mujer, termina de la manera más insólita, no se habla de futuras coordinaciones para planificar próximas acciones, sino del "atrevimiento", “impertinencia”, "malcriadez", “sin educación”, “inoportuna”, insolencia” de una joven, de una mujer. ¿Qué paso?, no estuve in situ, pero pude ver el vídeo e intentare narrar el momento crucial:

“Un hombre con una mujer a su costado y portando un micrófono está dando lectura a un pronunciamiento, de pronto una joven, en compañía de otra joven toca el brazo del hombre del micrófono y pide leer el comunicado, el hombre dice algo fuera del micrófono a la joven y continua ante la demanda de alguien, la joven se retira”.

Esto no concluye ahí, luego podemos ver el mencionado vídeo “subido”en el Facebook de una radio amiga - emisora que se ha  caracterizado  desde su modestas posibilidades en ser  un medio vigilante del acontecer local y promotor de la participación organizada de la comunidad - con el logo de la radio y formulando la siguiente pregunta ¿La lucha contra la violencia de la mujer es una lucha sólo para mujeres?.

Volvamos al principio. ¿Qué situación convoca y moviliza a hombres y mujeres a realizar un plantón en el frontis de la Municipalidad de Villa el Salvador?, ¿la buena o mala calidad de las pistas?, No. ¿las sospechas, indicios o certezas de corrupción en la actual gestión?, No, lo que moviliza a algunos in-situ y otros ex - situ, es la violencia sexual ejercida contra una mujer, si, nuevamente contra una mujer. ¿Hay una bandera de género en esta lucha?, claro que la hay y debe ser cada vez más reluciente e inmensa, como aquellas que cubren las tribunas de los equipos más populares del país. Género, género, género, género, terror le tienen a esa palabra.

¿Qué nos junta?, ¿Qué nos anima o nos indigna?, ¿Qué queremos detener?... la violencia de género, repito, la violencia de género, aquí un concepto a mi entender bastante claro: “situación de desigualdad en el marco de un sistema de relaciones de dominación de los hombres sobre las mujeres que tiene o puede tener como consecuencia un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas de tales actos y la coacción o privación arbitraria de la libertad, tanto si ocurren en el ámbito público como en la vida familiar o personal”. Enarbolar la bandera de No Violencia es un primer paso, básico y necesario de negación, pero no es suficiente, se necesita afirmar que queremos. En el espectro amplio de tipos de violencia que padecemos a lo largo y ancho del país, una de sus terribles aristas es la violencia de género, que tiene como víctima recurrente a la mujer, todas las estadísticas no hacen más que reafirmar esa triste e indignante realidad.

Hagamos memoria, Villa El Salvador tiene una rica historia socio-política, donde la mujer ha desempeñado un rol protagónico, fundamentalmente en su condición y re-valorización como mujer, como sujeto social de derecho, ciudadana plena, teniendo en María Elena Moyano su expresión cúspide.  ¿María Elena hubiese pedido permiso para hablar en un evento de estas características?,  talvez hasta se hubiese apropiado del micrófono. ¿Quién debe entonces protagonizar una lucha que afecta de manera directa a las mujeres?, las mujeres. La historia siempre ha sido así, la lucha por el derecho al sufragio, la disminución de las 12 horas laborales y mejores salarios, hasta para usar pantalones y la lucha sigue. Tanto nos cuesta ser acompañantes, compañeros en esta lucha.  ¿Nos sentimos combatientes de segunda clase?, ¿inseguridad o deficiente autoestima masculina?,

Sobre la radio amiga, desconcierta de quien proviene promover una pregunta tan perniciosa, a partir de un suceso que podemos visualizar en las redes sociales y que desde mi humilde punto de vista se encuentra editado con parcialidad, por decir lo menos, con la intención de descalificar una postura, vehemente si, pero con un trasfondo interesante en relación al papel de la mujer en esta problemática de la violencia de género. La primera re-pregunta sería, ¿cómo llegan a componer, construir la pregunta desde lo visualizado?, en ningún momento la entrevistada señala que la lucha contra la violencia sexual es de entera exclusividad de las mujeres, es el entrevistador quien introduce la idea de que “los hombres deben hacerse a un lado”, por el contrario la entrevistada reconoce el papel importante y fundamental del hombre como acompañante-compañero en este proceso de lucha, pero resalta que quienes deben liderar y empoderarse de este proceso de lucha son la propias mujeres, por una sencilla razón, ellas son directamente las afectadas. Pero el asunto no queda ahí, luego la acusa sutilmente, “no te parece ejercer un poquito de violencia la manera cómo te dirigiste…”. Haber, ¿violencia, donde cómo y cuándo?, miremos nuevamente las imágenes, ahora con una lupa de mayor aumento y veamos donde se esconde la violencia:
  •  Buen número de mujeres presentes en el evento de solidaridad y rechazo a lo ocurrido.
  • Integrantes de un colectivo compuesto en su gran mayoría o totalidad por mujeres elaboran un pronunciamiento.
  • Un hombre da lectura al pronunciamiento del colectivo de mujeres.
  • El pronunciamiento está redactado de tal forma que lo ideal es que sea leído por una mujer.
  • Las mujeres del colectivo que elaboraron el pronunciamiento están presentes en el evento.
  • Las mujeres que elaboraron el pronunciamiento, piden leer su pronunciamiento, al varón que ha empezado a darle lectura.
  • El varón, por razones que no son audibles, no accede al pedido de las integrantes del colectivo de mujeres, estas se retiran.
  • El varón finalmente desiste de dar lectura y cede la palabra a una mujer que tiene al costado.
Es mucho más fácil identificar y criticar de manera contundente las posturas conservadoras que re-victimizan a la víctima,  “La mujer se pone, como en un escaparate, provocando”, “Porque muchas veces puede haber un agresor absolutamente sano y, de repente, en un momento, la mujer lo saca de contexto diciéndole 'me voy' o 'te estoy traicionando', esas frases nunca deben ser usadas por una mujer porque podrían, sin querer queriendo motivar o exacerbar los ánimos de una persona normal”. Pero hay prácticas, posturas, pensamientos en nuestro sector, ese que llamamos progresista (en hombres y mujeres), que expresan de manera sutil, asolapada, el sistema de relaciones de dominación de los hombres sobre las mujeres, ¿eso genera violencia?, claro que si, la forma como fue tratada  durante y posteriormente la joven me dice que si. No es ella, es lo que ella representa.

Saludo  la rebeldía, el atrevimiento, la osadía, el temple, de alguien que entiende que es su lucha, que es el momento, que tiene el derecho y el deber de ser protagonista. Ayyyyy todas las vacas, o al menos muchas vacas olvidamos que alguna vez fuimos terneras. Todo depende del cristal con que se mira o se quiere mirar las cosas. La lucha por esta causa y por otras de este tipo serán siempre complicadas en el frente externo, pero también en el interno. ¿Sumar es mejor que dividir?, siempre será mejor, pero tenemos que aprender con humildad que rol o función nos toca jugar en tal o cual “batalla”.

Rafael Virhuez R.

Actor y Gestor Cultural

jueves, 14 de septiembre de 2017

Sobre reparaciones civiles y arrepentimientos

Sobre reparaciones civiles y arrepentimientos

En medio de una cobertura mediática simplemente alucinante, acaba de salir en libertad, después de cumplir sus años 25 años de sentencia, Maritza Garrado Lecca, si, la “bella” bailarina que brindo refugio al mismísimo Abimael Guzmán, todavía puedo recordar sus arengas furiosas y fanáticas investida en ese traje a rayas.

El presidente del Congreso, Luis Galarreta, se mostró crítico ante la salida de la cárcel de la senderista, principalmente porque considera que no ha mostrado arrepentimiento alguno y porque no ha pagado la reparación civil de S/ 60,000 soles que adeuda al Estado.

Así no le guste al Presidente del Congreso y a mí tampoco “verla en la calle”, la ley está hecha para cumplirse, cumplió sus años de carcelería y merece salir en libertad.  Sobre la reparación civil, cuando la pena es prisión efectiva, basta que el reo cumpla con los años que el juez le impuso para salir en libertad. Ya que la Constitución prohíbe la prisión por deudas. Es decir, la libertad del condenado no puede depender del pago de la reparación civil. Eso lo debe saber nuestro Presidente del Congreso.

Pero también habría que recordarle al congresista, militante de Fuerza Popular y hoy Presidente del Congreso de la República que, el ex presidente Alberto Fujimori, el asesor Vladimiro Montesinos y el resto de colaboradores del gobierno fujimorista sentenciados por el Poder Judicial deben 1'961'037,000 de soles por concepto de reparación civil en favor del Estado Peruano (Dato de web Ojo Público).

Solo  Alberto Fujimori, el ex-presidente y figura fundacional del fujimorismo tiene una deuda con el Estado Peruano de 27’460,216 soles y hasta el día de hoy no ha pagado un sol de reparación. Además, y es importante señalarlo, si la memoria no me traiciona, no leído en ninguna parte señal alguna de arrepentimiento, es más, fue en la sede de la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes), en el distrito de Ate, donde pronuncio la  famosa  exclamación …  "Como dije desde el inicio, ¡Soy inocente!”. A continuación, otro momento de "auto-critica": “Y aunque en ese momento no esté presente sé que mi legado permanecerá y lo hará no solamente a través de mi obra física sino a través del legado de paz y desarrollo, de justicia e inclusión un legado para el presente y el futuro del que no tengo duda que continuará mi hija Keiko y por el que seguirá luchando mi hijo Kenyi". ¿Arrepentimiento puro y duro?.

Un ejercicio de imaginación:“… me muestro critico ante el indulto brindado al ex-presidente Fujimori y que permite su salida de la cárcel, principalmente porque considero que no ha mostrado arrepentimiento alguno y porque no ha pagado la reparación civil de S/ 27’460,216 soles que adeuda al Estado”. 

Si de reparaciones civiles y arrepentimientos hablamos, la cosa esta muy pareja entre el senderismo y el fujimorismo.

Rafael Virhuez R.
Actor de Teatro